sábado, 16 de abril de 2011

Marco Teórico

Introducción


Hoy en día las investigaciones del en torno sonoro en que el hombre está inserto se ha limitado a dar una descripción física del sonido ambiente cuando éste se ha transformado en una externalidad y en un residuo a causa de una actividad económica o producto de nuestro desarrollo como sociedad. Estos estudios se traducen en una cuantificación y valores numéricos que nos entrega como principal información los niveles de contaminación acústica en una zona sujeta a evaluación, y con esto los grados de exposición de la comunidad.

El sonido ambiente, como valor ambiental y parte del patrimonio inmaterial e intangible, está siendo cada vez más estudiado por científicos, músicos, arquitectos, ecologistas y expertos en medioambiente en gran parte del mundo. El sonido como patrimonio se constituye de aquellos ambientes y sonidos que involucran un valor especial para determinada cultura, tradición o región geográfica, ya sean que se involucren sonidos de la naturaleza como aquellos generados por el hombre (naturales y artificiales). Además, entrega información de las formas de vida, valores y actividades de una comunidad, sobre la interacción de sus distintos componentes y de cómo ellos pueden constituir un todo significativo[1].

El patrimonio sonoro está inmerso dentro del patrimonio cultural inmaterial, correspondiente en los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas  que las comunidades, los grupos, y en algunos casos los individuos reconozcan como parte integrante de su acervo cultural. La Conferencia General de la UNESCO aprobó en octubre de 2003 la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, que entró en vigencia el 20 de abril de 2006, reconociendo así la importancia de salvaguardar el patrimonio cultural intangible que es muchas veces desapercibido.

Su identificación, rescate y documentación tiene entre sus principales objetivos investigar la relación existente entre SONIDO – INDIVIDUO – ENTORNO.



Figura Nº 3: La relación mediadora entre un individuo y el medio ambiente por medio del sonido (modificado de Truax 1984, 11)..

La revolución industrial trajo consigo modificaciones en el paisaje sonoro –el cual se encuentra en constante transformación-. Las maquinas generadoras de ruido por excelencia introducen una nueva gama que, con el tiempo, se ha modificado[2].

Se entiende por Paisaje Sonoro al entorno sonoro concreto de un lugar real determinado, definido y utilizado por Raymond Murray Schafer, connotado especialista en la problemática de la pululación acústica y pionero en impartir cursos y hacer investigaciones sobre el deterioro del medio ambiente sonoro en la sociedad moderna, creador además del Paisaje Sonoro Mundial - The World Soundscape Project.

Murray Schafer, en los años setentas, propuso "empecemos a escuchar el ruido", motivó a escuchar el mundo como si fuera una composición. La propuesta de Schafer era empezar a abrir los oídos no solo a la música sino también al mundo.

La intensa preocupación con los efectos del sonido en el hombre le ha llevado a ocuparse por el ambiente acústico total. Su inventario de paisajes sonoros del mundo, un proyecto apoyado por la UNESCO, ha sido realizado bajo la perspectiva de mostrar una nueva relación entre el hombre y los sonidos que le rodean.

El estudio del sonido ambiente es un documento patrimonial, lleno de significados, con matices documentales y artísticos. En este sentido, el sonido que nos rodea es un bien no renovable y único. En la Figura Nº 4, Gehring nos plantea cómo se interrelacionan niveles de análisis y la variable acústica. Puede verse en esta propuesta como los paisajes sonoros involucran un espacio (cognitivo y concreto), y se entrelazan con su significación cultural y temporal. De estos factores dependen los patrimonios sonoros[3].



Figura Nº 4: Niveles de análisis de la interacción social Cultura – Espacio – Tiempo3.

Ejemplos de paisajes sonoros:

q        En un ambiente natural el cantar de las aves, las ranas que croan, el sonido del agua de un arrollo, el trueno antes de la lluvia, el caer de granizos.
q        En un ambiente rural dos personas conversando (oralidad), las campanas de la iglesia, el sonido del tractor faenando, el trote de un caballo, el movimiento de un molino.
q        En un ambiente urbano, el tráfico, un automóvil estacionándose, una feria, la gente conversando, el sonido de la maquinaria, un edificio en obras, un centro comercial, el tono de celulares.

Un  sonido desaparecido es cualquier clase o tipo de sonido que una vez existió, pero que ha sido reemplazado, sustituido o ha dejado de escucharse. Están frecuentemente asociados a la actividad social y de forma muy importante, también, a las modificaciones de los entornos naturales, que han provocando la extinción de especies naturales y su contribución al paisaje sonoro. Cuando cambian las formas de energía usadas en la sociedad, directa e indirectamente se producen multitud de cambios sonoros.

Un hecho de gran interés, se produce cuando los componentes sonoros del paisaje, frente a una desaparición, sufren una metamorfosis, evolucionando y creando nuevos matices de la mano del desarrollo técnico. En ocasiones, el cambio de materiales está en la base del cambio acústico, sirva de ejemplo el cambio de uso del barro y la cerámica al uso masivo del vidrio primero y del plástico después. Los sonidos desaparecidos, recopilados por medio de grabaciones aportan una importante información del pasado, y el estudio de su evolución es clave  en el estudio del Paisaje Sonoro[4].

A causa de todo lo anteriormente expuesto, el interés por el entorno sonoro convierte a este aspecto ambiental en materia de estudio bajo las perspectivas artística, cultural y científica, siendo ya parte de nuestro patrimonio cultural a nivel de sociedad.


[1] Suárez, E. 2002
[2] López, J. 2009
[3] Suárez, E. 2002
[4] Traducido del artículo "Disappearing soundscapes” Barry Truax - Handbook for Acoustic Ecology.

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